Apego, el vínculo emocional desde tu embarazo
- Publicado el 09 de Enero de 2017
- |
- EMBARAZO
- 489

El pasado mes de Noviembre (2016) estuvimos celebrando junto a Dalsy y Gestionando hijos la Feria de Bebés&Mamás en los Pabellones de IFEMA en Madrid. Allí desde ConciliaFAM ofrecimos un taller en el que participaron muchos padres y madres ¡también abuelas y abuelos! y futuras mamás y papás. Se creó una atmósfera de Tranquilidad y Apego para hablar y conocer más sobre cómo establecer un buen vínculo con nuestro bebé desde el embarazo, mientras cuidamos de la relación de pareja y nuestro propio bienestar emocional, con unas prácticas propuestas que practicamos allí mismo.
Esta es una pequeña reseña de los contenidos del taller:
Tanto el embarazo, como la crianza de nuestro bebé es una etapa muy especial y única, y requiere tener consciencia por nuestra parte sobre cómo asumir cada una de sus etapas por dos motivos: el primero por nuestro propio beneficio, ya se van a suceder los cambios posiblemente más importantes de nuestra vida a todos los niveles (hormonal, orgánico, emocional, económico, nuestro status en la relación con los demás como padres y madres, con nuestra propia pareja y con nosotros mismos), y el segundo motivo es por el bienestar de ese ser especial que se está formando para venir al mundo y para desarrollarse en él desde las mejores condiciones. Se ha demostrado que el estado emocional de la mujer embarazada afecta a la salud del feto, y el vínculo que se establece durante los primeros meses de vida es también muy importante para las conexiones neuronales del bebé sean sólidas y positivas.
Las emociones son por las que se rigen los bebés desde su nacimiento hasta aproximadamente los dos años de edad. El bebé se mostrará más tranquilo si nosotros le transmitimos tranquilidad y eso es algo que se percibe más allá del tono de voz y las palabras. Desde la tranquilidad se establecen mejor las primeras conexiones neuronales y la sinapsis se crea con fuerza, facilitando impresiones positivas en sus primeras vivencias fuera del útero, lo que favorece la sociabilidad, el apego seguro para que el bebé pueda desenvolverse con autonomía en etapas posteriores, seguridad y confianza, y sus estrategias cognitivas y sociales no estarán condicionadas por los niveles altos de cortisol que le alertan de situaciones de peligro y le podrían irritable y a la defensiva. Si queremos que nuestros hijos conquisten sus emociones, algo indispensable es transmitirles serenidad.
El padre es también su figura de referencia... gracias a su aportación este bebé está aquí en nuestras vidas. El padre puede atender al bebé en su cuidado para muchas situaciones, y por supuesto para hablarle, acariciarle, jugar con él, dormirle, pasear. Estableciendo una relación de cuidado diario con el bebé se ha comprobado que el hombre también puede producir una hormona, la oxitocina, que favorece el establecimiento de una relación basada en el cuidado y las conexiones emocionales, y el bebé responderá a sus atenciones de la misma manera que con la mamá. El bebé se beneficia de cuanto le aporta su relación con su mamá y lo que le aporta la relación que adquiere con el padre, lo que enriquece aún más el vínculo emocional con sus cuidadores.
Además, el hecho de que el padre asuma su rol de protector y cuidador ayudará a que la pareja se adapte antes y mejor a su nueva relación como papás y mamás.
Podemos recibir como todo un regalo de la naturaleza el hecho de crear vida y formar parte activa de ello. ¡Aprovechémoslo, y disfrutémoslo!
Sobre el Autor

Raquel de Diego
Coach de Familias y Parejas. Formadora.
Estudié Trabajo Social en la Universidad Complutense de Madrid, mi pasión por leer y escribir junto con ser madre me ha llevado a especializarme en la atención a la infancia. Cualquier tipo de mensaje marca la identidad de cada persona.
Trabajadora Social. Máster en Neuropsicopedagogía. Narrativa Terapéutica. Especialista en Psicoterapia e Hipnosis ericksoniana. Coach de Familias y Parejas. Formadora.
Comentarios
Enviar Comentario
Noticias relacionadas

Mamá. Por Macarena Arnás Sánchez

La canción de los Himba
