Las adquisiciones evolutivas de un niño de 0 a 2 años, y los diagnósticos de TEA
- Publicado el 03 de Abril de 2018
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- LECHE Y MIEL
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Ayer se celebró el Día mundial de concienciación sobre el Autismo. En reconocimiento a la visibilidad de esta enfermedad y conexión con las familias, pudimos ver espacios en diferentes ciudades cómo el color azul iluminaba nuestra mirada. Una nueva mirada con una sensibilización intensa, cargada de curiosidad y calma para conocer más y saber mejor cómo tratar y acompañar a niños y niñas con este diagnóstico.
¿Por qué parece que cada vez hay más diagnósticos de TEA?, ¿Es que realmente existen más casos, o hay más diagnósticos que hace unos años (que no es lo mismo)?, ¿Estamos bien informados, o nos podemos asustar al “detectar” ciertos indicadores que puedan señalar esta enfermedad?

Hace unas semanas estuve conociendo un Colegio Público de la Comunidad de Madrid, en concreto de Alcorcón, que atiende de forma especial a un significativo número de alumnos y alumnas con diagnóstico TEA, y de hecho éste se ha convertido en un Centro referente y bien valorado por familias y profesionales. ¿Por qué creéis que será?
Un padre acudía el primer día con su hijo de edad de Infantil, por cambio de colegio. Preocupado, explicaba cómo tenían que actuar en el Centro si su hijo se desestabilizaba, o entraba en crisis. Los profesores le tranquilizaron. Le explicaron de forma tranquila y segura que ya llevan sus años de experiencia, conocen bien cómo acercarse no solo físicamente, sino conectando con niños, con su ser para ayudarlo a entrar en calma.
¡Esa es la clave! Profesionales que te cuentan que ya llevan años tratando con niños y niñas con TEA, que no solo es que conozcan las características de su diagnóstico... es que consiguen conectar con el niño. Y así, ayudados por pictogramas, apoyo visual, conexión emocional, y espacio físico dentro del Centro para permitirles ser, estar, expresarse y adaptarse a las normas de convivencia y de un colegio en general, hacen su gran trabajo. Un trabajo entre todos, y para todos.
El resto de alumnado está totalmente implicado, es un trabajo real de inclusión. Ofrecen formación sobre TEA al claustro, nuevas incorporaciones del Centro y a todos los alumnos y alumnas. Se reducen al máximo los casos de acoso escolar, se atiende a que ningún niño o niña juegue solo en el patio, se defiende y celebra la particularidad que cada persona presenta por ser única, y a la vez se impregnan valores desde los que todos cuidamos de todos y de nosotros mismos para vivir desde la PAZ.
Ahora bien, para quienes tenemos menos idea sobre TEA, se me ocurre dejar por aquí unos apuntes, recogidos de mi formación en Musicoterapia para embarazadas y primera infancia. Desde el desarrollo estandarizado como un desarrollo sano en el niño y niña de 0 a 2 años, hasta las características para el diagnóstico de un caso TEA.
Comencemos por las características en el estudio de un “bebé sano” de los 0 a los 2 años:
Se hará especial atención a sus condiciones biológicas y ambientales (esto es, al entorno de la vida familiar, competencias parentales y estimulación adecuada a su desarrollo).
Las experiencias negativas o adversas en la vida del bebé, desde el trato desde la familia, el medio ambiente o la sociedad pueden producir daños que afectarán al desarrollo en la vida futura del bebé. A estos se le llama “riesgos ambientales”.
En cuanto al desarrollo motor que presenta tras el nacimiento, pueden tenerse en cuenta ciertas evaluaciones, según la etapa evolutiva.
Los problemas del lenguaje, emocionales e hiperactividad son más difíciles de diagnosticar y se van detectando a lo largo de la infancia hasta los 3 o 4 años de edad. Hasta los 3 años, por eso es muy aconsejable estimular adecuadamente al niño, acompañándolo en su etapa de desarrollo.
La vigilancia del bebé hasta los dos años. Estimulación y reflejos
Nacimiento:
reflejo del moro: bebé tumbado boca arriba, dar una palmada sobre su cabeza o al lado de su oído: el bebé hace el reflejo de defensa, estirando piernas y brazos.
reflejo de succión. Debido a su paladar plano y lengua larga, podrá tener este reflejo de succión para alimentarse con el amamantamiento de la madre.
manos en puño. Coge el dedo si se lo ofrecemos sobre su mano.
brazos y piernas flexionadas.
si se le sujeta por los brazos en posición vertical el bebé puede apoyarse con los pies haciendo el reflejo de andar o “subir escaleras”
De uno a dos meses:
Puede mirar a un objeto sin seguir su movimiento.
Tumbado, sus piernas se flexionan y estiran.
Sonrisa social.
A partír de dos meses puede seguir un objeto y se interesa por lo que hay a su alrededor.
Boca abajo puede levantar la barbilla.
Sonidos guturales.
Reacciona a los sonidos.
A partir de 3 meses.
Boca abajo ya puede levantar la cabeza y hombros.
Sonidos con la boca.
Estira y flexiona piernas y brazos.
Observa su alrededor, busca a su figura de referencia y le gusta estar cerca.
Atiende a objetos en movimiento y con sonido.
Colores vivos.
Prensión de las manos.
Atiende a quien le habla.
Localiza el sonido.
Cabeza erguida que puede girar.
Emite sonidos con la boca.
De 6 a 9 meses
Boca abajo. Puede girar sobre su abdomen.
Se entretiene y juega con sus manos.
Se lleva objetos a la boca para su reconocimiento.
Coge objetos y los levanta.
Cerebro toma más madurez, menos dependiente para conciliar el sueño.
Chapotea con manos y pies en el agua.
Reconocimiento de sus pies.
Llama atención con sonidos.
Tira objetos para mirarlos y escuchar el sonido que hace al caer.
Se mantiene sentado con apoyo.
Empieza a probar alimentos, como la fruta, triturados.
De 7 a 9 meses.
Juega con objetos.
Le gusta gritar y escucharse.
Le gusta explorar espacios.
Puede estar sentado en una trona sin apoyo.
Reconocimiento de pies.
Pasa objetos de una mano a otra.
Puede haber gateo, o desplazamiento voluntario.
Se tapa y se descubre.
Duplica sílabas: pa-pa.
Se le da el nombre a los objetos con los que podemos jugar o mostrar.
12 meses:
Imita gestos.
Puede caminar con o sin apoyo.
Intenta coger los objetos, motricidad fina.
Puede sacar y meter objetos de un recipiente.
“Conversaciones” ininteligibles consigo mismo.
Busca un objeto que hayamos tapado.
Se le van nombrando las partes de su cuerpo.
De los 12 a los 18 meses
Juego simbólico. Imita gestos que ve... peinarse, por ejemplo.
Lanza una pelota, objetos.
Le gusta jugar al escondite, a encontrar cosas escondidas, al “cucú- tras”.
Señala objetos con su dedo índice.
Sube escaleras a gateo.
Atiende a las órdenes de dar el objeto nombrado.
Aprende el vocabulario de las cosas que señala aunque utiliza una misma palabra para diferentes objetos.
Camina solo. Intenta correr.
Abre y cierra cajones.
Toma los objetos y reconoce su uso.
Se interesa por las imágenes.
Pasa las páginas de un cuento.
Imita expresión de emociones si se me muestran en imágenes.
Va tomando sólidos en piezas enteras.
De 18 a 24 meses
Cada vez es capaz de expresar más palabras.
Puede hacer puzles con piezas sencillas y grandes.
Reconoce partes de su cuerpo.
Le gusta mirar las imágenes de los libros y cuentos.
Se interesa por la comunicación con los demás y trata de hacerse entender.
Ordena, hace torres y filas.
Se maneja con su movimiento al andar.
Salta, baila.
Baja escaleras sin alternar los pies.
Dobla papel.
Pega y despega pegatinas.
Lo importante en padres, madres, docentes y familiares es ofrecerle seguridad para que afiance sus aprendizajes y logre autonomía en cada adquisición de su aprendizaje. Comunicarse con el niño ayudará a desarrollar el lenguaje desde una buena referencia, y la necesidad de hacerse entender le ayudará a conseguir sus propias estrategias para una buena comunicación.
Bibliografía:
Lejarraga H. “El fascinante proceso del desarrollo psicomotor infantil” Berço,13 – Diciembre 2002. Nestlé Nutrition.
World Health Organization. Opportunities for all: a community rehabilitation project for slums. Phlippines: WHO; 1995. 54p.
Figueiras ACM; Souza ICN; Pedromônico MR; Sales LMM; Brito RHE; Magno MMM. Avaliação do desenvolvimento de crianças até 2 anos de idade.
CARACTERÍSTICAS DEL TRASTORNO DE ESPECTRO AUTISTA (TEA)
Características recogidas del “Inventario de Espectro Autista”, de Ángel Riviére (1997)
Alteraciones de la socialización: relaciones sociales, referencia conjunta, intersubjetividad y mentalismo.
Alteraciones de la comunicación y el lenguaje: funciones comunicativas, lenguaje expresivo y lenguaje comprensivo.
Alteraciones de la anticipación y flexibilidad: anticipación, flexibilidad y sentido de la actividad.
Alteraciones de la simbolización: imaginación, imitación, suspensión.
Hay niveles muy grave, grave, moderado o leve. Según la edad cronológica, edad mental y la gravedad del trastorno autista de la persona.
Espero que estas coordenadas os hayan servido para guiaros, y sobre todo, continuéis con la curiosidad de observar y conocer mucho a vuestros hijos e hijas y alumnos/as, y consultar a pediatras y profesionales de la salud. Es la información más fiable que podáis recibir.
¡Un saludo!
Sobre el Autor

Raquel de Diego
Coach de Familias y Parejas. Formadora.
Estudié Trabajo Social en la Universidad Complutense de Madrid, mi pasión por leer y escribir junto con ser madre me ha llevado a especializarme en la atención a la infancia. Cualquier tipo de mensaje marca la identidad de cada persona.
Trabajadora Social. Máster en Neuropsicopedagogía. Narrativa Terapéutica. Especialista en Psicoterapia e Hipnosis ericksoniana. Coach de Familias y Parejas. Formadora.
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